La perspectiva de México para 2026 presenta un reto estratégico que, bien atendido, puede marcar una diferencia estructural en la competitividad del país: la inversión en infraestructura carretera
Por Deyanira Vázquez | Reportera
En un contexto donde el comercio exterior continúa creciendo y las cadenas de suministro demandan mayor eficiencia, la conectividad terrestre se convierte en un factor clave para reducir costos logísticos, mejorar tiempos de entrega y fortalecer el desempeño exportador.
El análisis reciente sobre inversión carretera confirma que la infraestructura ya no es solo un complemento del comercio, sino uno de sus principales habilitadores.
El comercio exterior mexicano ha mostrado un comportamiento sólido, impulsado por su integración con América del Norte y el dinamismo de sectores como la manufactura avanzada, la industria automotriz y la agroindustria. –sn–

