México cierra este 2025 como el segundo país con mayor actividad cibercriminal en América Latina. Delincuentes fabrican identidades completas combinando información verdadera con artificial. El Congreso de la Unión debe poner énfasis en el impacto del fraude digital y reformar el marco legal.
Por Gabriela Díaz | Reportera
Ezequiel Aguiñiga Tinoco, presidente del Consejo de Administración de Proyectos y Suministros Interdisciplinarios (PSI-México) e investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), advirtió que el fraude digital en México alcanzó niveles sin precedentes durante 2025, convirtiéndose en una amenaza directa, no solo para las empresas, sino para millones de personas usuarias de servicios financieros, comerciales y digitales en el país.
El especialista subrayó que las cifras oficiales más recientes confirman un punto de inflexión. En el primer semestre de 2025, la Condusef registró más de 2 millones 484 mil reclamos por fraudes, mientras que México acumuló más de 35 mil millones de ciberataques en los primeros tres meses del año, colocándose como el segundo país con mayor actividad cibercriminal en América Latina. A ello se suma un crecimiento del 1200 por ciento en identidades sintéticas y un aumento del 84 por ciento en la suplantación de identidad.
“En México hablamos de patrones permanentes de fraude. Por lo que nos cuestionamos si la población, las empresas, las instituciones y el gobierno están preparados para reconocer y frenar estos ataques”, alertó el especialista.
Inteligencia artificial
El ingeniero Aguiñiga Tinoco, resaltó que, uno de los principales aprendizajes que deja 2025 es que la inteligencia artificial multiplicó el alcance del fraude. “Hoy, los delincuentes fabrican identidades completas combinando información verdadera con elementos generados artificialmente, lo que vuelve más complejos los engaños para la ciudadanía”.

Ante este escenario, el investigador del IPN enfatizó que la población mexicana debe extremar precauciones en cualquier proceso digital, desde la apertura de cuentas, compras en línea o solicitudes de crédito. Recomendó desconfiar de trámites urgentes, promociones excesivamente atractivas y solicitudes de información personal fuera de canales oficiales.
“Cada persona debe asumir que su identidad digital es tan valiosa como su identidad física. No compartir documentos, fotografías, audios o códigos de verificación por mensajes, llamadas o enlaces sospechosos es hoy una medida básica de autoprotección”, señaló.
Seguridad tradicional
Otro aprendizaje relevante, explicó, es que los mecanismos de seguridad tradicionales ya no son suficientes. El uso de una sola verificación biométrica, como una fotografía o un audio, puede ser fácilmente vulnerado mediante imágenes de redes sociales, videos manipulados o audios falsificados.
Aguiñiga Tinoco recomendó a la población priorizar plataformas que incorporen múltiples capas de seguridad, como verificación en tiempo real, detección de vida y confirmaciones adicionales, especialmente en operaciones de alto riesgo. “Si un servicio no ofrece medidas claras de protección, lo más prudente es no utilizarlo”, apuntó.
Asimismo, subrayó que uno de los errores más graves frente al fraude digital es actuar de manera aislada. En México, los defraudadores suelen reutilizar identidades reales o sintéticas en distintos sectores de forma simultánea, lo que incrementa el impacto económico y social del delito.
Intento de suplantación
“El fraude digital es un problema colectivo. La ciudadanía debe denunciar de inmediato cualquier intento de suplantación, revisar constantemente sus estados de cuenta y reportar actividades irregulares. Cada aviso oportuno ayuda a proteger a otras personas”, afirmó.
El presidente de PSI-México insistió en que la cultura de prevención debe fortalecerse desde el hogar, las escuelas y los espacios laborales, con educación digital básica que permita reconocer riesgos y actuar con rapidez. Recordó que México lidera el crecimiento del costo del fraude en la región, impulsado no solo por pérdidas económicas, sino por el daño emocional y reputacional que enfrentan las víctimas.
Finalmente, Ezequiel Aguiñiga Tinoco subrayó que 2026 debe ser el año en que México avance hacia una protección digital más consciente y colaborativa. “La tecnología puede ser una aliada, pero la primera línea de defensa sigue siendo la población informada. Prevenir, verificar y denunciar son hoy acciones indispensables para reducir el impacto del fraude digital en nuestro país, y ahí es donde el Congreso de la Unión debe poner énfasis en su trabajo”, concluyó. –sn–


¡Conéctate con Sociedad Noticias! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
También, te invitamos a que te sumes a nuestro canal de información en tiempo real a través de Telegram.

