El Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno federal mantienen posiciones contrastantes mientras Chiapas recuerda el inicio de su lucha en 1994.
Por Fausto Hernández | Reportero
En el marco del 31 aniversario del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reiteró su respeto hacia el movimiento zapatista, al tiempo que defendió los principios de su gobierno. La conmemoración, marcada por actividades en San Cristóbal de las Casas, resaltó la resistencia de las comunidades indígenas frente a adversidades históricas.
Sheinbaum aseguró que su administración no buscará confrontaciones con el EZLN, a pesar de las críticas que este ha emitido hacia programas como Sembrando Vida. «Es una posición de respeto, pero también de defensa de nuestro proyecto. México es un país democrático», expresó durante una conferencia.
La mandataria recordó su participación como activista durante los años noventa, cuando apoyó las marchas a favor de la paz en Chiapas. «Nuestro gobierno busca el bienestar, la paz y la justicia; esos son nuestros principios», enfatizó. Las declaraciones surgen en un contexto de crecientes tensiones entre el gobierno y el EZLN, que ha denunciado omisiones en las políticas actuales.
San Cristóbal de las Casas fue sede de actividades que reafirmaron la resistencia indígena.
En el evento “Resistencia y Rebeldía”, organizado en honor al levantamiento de 1994, el subcomandante Marcos, figura histórica del EZLN, destacó la fortaleza de las comunidades zapatistas frente a amenazas del crimen organizado y las omisiones gubernamentales. «¿Ustedes creen que vamos a ceder ante las calumnias, la Guardia Nacional, los paramilitares o el olvido?», cuestionó.
Marcos también resaltó el papel de las comunidades indígenas en la preservación de su autonomía. Durante las mesas de diálogo, líderes locales señalaron que la resistencia zapatista ha sido clave para garantizar la seguridad y la autodeterminación en la región.
El evento incluyó actividades culturales y conferencias donde participaron representantes de diversas comunidades. En sus intervenciones, los ponentes subrayaron los retos que enfrentan en materia de justicia, desarrollo y derechos humanos.
Eduardo Ramírez asume el poder en medio de críticas del EZLN.
Semanas después de que Eduardo Ramírez asumiera como gobernador de Chiapas, el subcomandante Marcos hizo una evaluación crítica de la clase política en el estado. Según el líder zapatista, los pueblos indígenas han sido sistemáticamente marginados por administraciones estatales y federales.
En su intervención, Marcos mencionó que el cambio de gobierno no representa necesariamente un avance para las comunidades indígenas. «Desde 1994 hemos advertido sobre las políticas que se han consolidado con el paso de los años», declaró. Asimismo, acusó a las autoridades de perpetuar un modelo que ignora las demandas fundamentales de justicia social.
El EZLN ha mantenido una postura firme frente al nuevo gobierno, exigiendo una mayor atención a las necesidades de las comunidades rurales, así como un cese a lo que consideran una militarización de la región.
El EZLN rechaza los resultados de las políticas impulsadas por López Obrador.
El subcomandante Marcos arremetió contra las políticas implementadas durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, argumentando que estas no han resuelto los problemas estructurales de los pueblos indígenas. «La generación del 94 ya advertía el camino que seguiría la política nacional», comentó durante una de sus intervenciones.
El EZLN ha señalado que programas como Sembrando Vida no consideran las realidades culturales y sociales de las comunidades indígenas. Según los líderes zapatistas, estas iniciativas han contribuido a una mayor fragmentación del tejido social en Chiapas, al tiempo que refuerzan un modelo asistencialista que no fomenta la autonomía.
Por su parte, el gobierno federal ha insistido en que sus programas sociales han tenido un impacto positivo en las comunidades más vulnerables. Sin embargo, los zapatistas aseguran que estos esfuerzos no han generado cambios significativos en la calidad de vida de los pueblos indígenas.
El movimiento zapatista se reafirma como una fuerza social y política.
En el marco de las conmemoraciones, el EZLN reafirmó su compromiso con la autonomía indígena y la resistencia frente a las adversidades. Durante el evento en San Cristóbal de las Casas, los líderes del movimiento destacaron la importancia de preservar su identidad y mantener viva su lucha.
El subcomandante Marcos concluyó su participación señalando que la resistencia zapatista no se limita a Chiapas, sino que representa un ejemplo para otros movimientos sociales en México y el mundo. «Nuestra lucha no es solo por los indígenas, es por todos los olvidados y marginados», afirmó.
La conmemoración cerró con una ceremonia en honor a los caídos durante el levantamiento armado y un llamado a la unidad entre las comunidades indígenas para enfrentar los retos que se avecinan. –sn–

