Fentanilo

El reportaje del NYT de fentanilo, entre la controversia y la desinformación: gobierno mexicano

IMSS Bienestar desmintió detalles clave sobre la producción de opioides en cocinas domésticas, según lo expuesto en un reportaje del New York Times.

Por Paola Ramírez | Reportera

En medio del debate sobre el narcotráfico en México, un reportaje del New York Times sobre la supuesta producción de fentanilo en un laboratorio improvisado de Culiacán generó polémica. Autoridades y expertos cuestionaron la veracidad del artículo, que presentaba imágenes y videos de un laboratorio casero utilizado por el Cártel de Sinaloa.

El pasado 29 de diciembre, las periodistas Natalie Kitroeff y Paulina Villegas publicaron un artículo titulado “Así es un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa”. En él, describieron cómo en una vivienda de Culiacán, dos hombres manipulaban sustancias químicas con equipo básico.

Este jueves, el director del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch Pérez, calificó de improbable que un opioide tan letal pudiera ser producido en un espacio doméstico. Argumentó que las condiciones descritas en el reportaje carecían de medidas mínimas de seguridad, como ventilación adecuada y protección personal.

La toxicidad del fentanilo

En uno de los videos incluidos en el reportaje, los supuestos operadores utilizaban una estufa y utensilios de cocina para la síntesis de fentanilo. Svarch Pérez subrayó que las dosis mínimas de este opioide, equivalentes a granos de sal, pueden ser mortales al inhalarse.

El funcionario explicó que cualquier exposición al fentanilo sin el equipo adecuado puede resultar letal. Los operadores del supuesto laboratorio usaban cubrebocas quirúrgicos, una protección insuficiente para evitar el contacto con vapores tóxicos generados en la síntesis química.

En comparación, las periodistas portaban trajes de protección tipo hazmat y máscaras de gas. Según Svarch Pérez, si el laboratorio improvisado hubiese producido fentanilo, los operadores habrían sufrido intoxicación inmediata.

Críticas a las fuentes científicas

El director del IMSS Bienestar también desmintió la existencia de una supuesta «tolerancia letal» al fentanilo. Indicó que no hay evidencia científica que respalde esta afirmación y destacó que la toxicidad de este opioide no permite que el cuerpo humano desarrolle inmunidad frente a sus efectos mortales.

Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum respaldó las declaraciones de Svarch Pérez y criticó al New York Times por difundir información errónea. Señaló que si la «tolerancia letal» fuera real, no habría tantas muertes relacionadas con fentanilo en Estados Unidos.

Falta de precisión

El reportaje también fue cuestionado por omitir detalles sobre los precursores esenciales para la síntesis del fentanilo. Según el artículo, las sustancias utilizadas eran hidróxido de sodio y acetona, pero no se mencionaron compuestos clave como 4-ANPP o anilina.

El Cártel de Sinaloa, señalado como principal responsable de la producción de fentanilo en México, opera en zonas urbanas y rurales de Culiacán. Sin embargo, expertos consideran que la fabricación de opioides requiere infraestructura compleja y no puede realizarse en cocinas domésticas.

El rol del gobierno mexicano

En conferencia de prensa, Claudia Sheinbaum reiteró el compromiso de su gobierno para combatir la desinformación en temas de narcotráfico. Afirmó que la difusión de datos incorrectos afecta la percepción internacional sobre México y alimenta estigmas sobre el país.

La mandataria también instó a los medios internacionales a verificar sus fuentes antes de publicar información que puede tener repercusiones políticas y sociales.

El reportaje del New York Times generó controversia tanto en México como en el extranjero. Mientras algunos sectores criticaron al gobierno por desestimar el artículo, otros respaldaron los señalamientos de Sheinbaum y Svarch Pérez sobre la falta de credibilidad en el contenido presentado. –sn–

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