Más de 30 millones de tamales por Día de la Candelaria: Anpec

El Día de la Candelaria dispara la venta de tamales y refleja la vigencia de una tradición milenaria que une a las familias mexicanas.

Por Deyanira Vázquez | Reportera

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) estimó que este 2 de febrero se consumirán cerca de 30 millones de tamales en México, un 15% más que en 2024. Este aumento refleja la popularidad de la festividad, la cual marca el cierre del ciclo festivo conocido como Guadalupe-Reyes-Candelaria.

El gasto promedio para una “tamaliza” para diez personas ascendió a mil 99 pesos. Este costo incluye 20 tamales grandes o 40 tamales promedio, tres litros de atole o champurrado, y dos refrescos familiares. Estos alimentos, aunque tradicionales, han registrado un aumento de precios del 15% respecto al año pasado.

La celebración generó un aumento de entre el 300% y 400% en las ventas de ingredientes esenciales para preparar tamales, según los pequeños comerciantes. Esta alza es resultado de la preferencia de los mexicanos por continuar elaborando este platillo en casa o adquiriéndolo en negocios familiares.

Tamales en las mesas mexicanas

Cada estado de la República contribuyó con variedades únicas, como los tamales oaxaqueños, yucatecos o los tradicionales de la Ciudad de México. El impacto económico también benefició a pequeñas comunidades rurales, donde estos alimentos forman parte integral de las festividades.

El ciclo festivo concluye con el Día de la Candelaria, una tradición que representa no solo una oportunidad para disfrutar de la gastronomía mexicana, sino también una época para reforzar la identidad cultural.

El escritor Sebastián Verti, autor de Tradiciones Mexicanas, describió a los tamales como “los reyes de la antojería y de las fiestas familiares de México”. Este alimento ha trascendido generaciones, sirviendo como un emblema de las reuniones familiares y la convivencia.

Yucatán, epicentro de la innovación

Desde la época prehispánica, el tamal ha sido un símbolo de la cocina mexicana. El cronista Carlos Lumholtz, en su obra México Desconocido, documentó su presencia en rituales de culturas como los huicholes y los tarahumaras. Este alimento, envuelto en hojas de maíz o plátano, es tan antiguo como las civilizaciones que lo originaron.

En México, se identificaron más de 500 variedades de tamales. Aunque esta cifra sigue en constante evolución, se reconoce su diversidad gracias a los ingredientes locales y a la creatividad de quienes los elaboran.

Yucatán es uno de los estados con mayor riqueza tamalera, con al menos 17 variedades tradicionales. El pibipollo, una herencia de la cultura maya, se encuentra entre los más representativos. Este tamal gigante contiene pollo, puerco, ajo, orégano, chile seco, achiote y naranja agria, cocido en horno bajo tierra.

El impacto cultural y social del tamal

Además del pibipollo, los yucatecos disfrutan de “vaporcitos”, “colados”, tamales de chaya, de venado y de elote. Cada uno refleja las raíces mayas y la conexión de estas comunidades con la naturaleza y la tierra.

Los pequeños pueblos del estado han preservado recetas ancestrales, contribuyendo a la diversidad gastronómica del país. Estas tradiciones no solo enaltecen la historia local, sino que también impulsan la economía regional.

La importancia de los tamales va más allá de lo gastronómico. Estos alimentos representan un vínculo entre generaciones y un símbolo de identidad nacional. En muchas regiones, las familias se reúnen para preparar tamales, lo que fortalece los lazos comunitarios.

Además, la “tamaliza” del Día de la Candelaria sirve como un recordatorio del sincretismo cultural que define a México. Esta festividad mezcla las raíces indígenas con las tradiciones católicas introducidas durante la colonización. –sn—