Apatzingán, el pueblo fantasma: violencia y desplazamiento forzado
Por Alfredo Martinez | Corresponsal
Pese a la presencia de más de nueve mil elementos de seguridad, la histórica cuna de la Constitución de 1814 se encuentra en crisis. La violencia del crimen organizado ha vaciado comunidades enteras, convirtiendo al municipio en un pueblo fantasma.
El secretario de Gobierno de Michoacán, Carlos Torres Piña, informó que al menos 15 familias han sido obligadas a abandonar sus hogares debido a la violencia.
En otras zonas del estado, algunos desplazados han logrado regresar, pero en Apatzingán, el conflicto entre grupos delictivos ha impedido la normalización de la vida cotidiana.
La región de Tierra Caliente ha sido escenario de enfrentamientos, bloqueos carreteros y quema de vehículos, agravando la crisis de seguridad.
Comunidades abandonadas y saqueo de viviendas
La regidora municipal María del Carmen Zepeda denunció que varias localidades están deshabitadas debido a la violencia.
Entre las zonas más afectadas se encuentran El Guayabo, Gunajuatillo, Loma de los Hoyos, Valle de Acatlán y Puerta de Alambre, donde el saqueo de viviendas se ha convertido en una práctica común.
Zepeda expresó su indignación al ver campos productivos abandonados, casas vacías y calles desiertas, reflejo del impacto del desplazamiento forzado.
Vecinos que aún resisten en la zona han denunciado el robo de pertenencias, además de la muerte de sus animales tras ser abandonados por sus dueños.
Enfrentamientos y falta de respuesta gubernamental
La regidora anunció que solicitará acciones urgentes por parte del gobierno municipal para frenar la violencia y el desplazamiento.
Testigos de la comunidad Puerta de Alambre informaron que el pasado fin de semana ocurrieron enfrentamientos armados entre grupos criminales.
Los combates solo cesaron por unas horas, pero al amanecer del domingo, la violencia se reanudó, obligando a más familias a huir de sus hogares.
Mientras tanto, el gobierno estatal ha desplegado Bases de Operación Interinstitucional (BOIS) para tratar de contener la crisis.
Coordinación con estados vecinos y falta de acuerdos
Torres Piña señaló que en otros municipios como Aquila, la situación ha mejorado, permitiendo que algunas familias regresen.
Sin embargo, en los límites con Jalisco, Guanajuato y Querétaro, la coordinación interestatal sigue sin consolidarse en un acuerdo formal.
El funcionario reconoció que la transición de gobierno en Jalisco ha retrasado la firma de un convenio de seguridad.
A pesar de ello, aseguró que en la práctica existe una colaboración operativa con los estados vecinos para enfrentar la violencia en la región. –sn–

