La restauración del cauce podría mitigar inundaciones y olas de calor, según advierte Miriam Saldaña
Por Luis Muñoz | Reportero
El Río de la Piedad, sepultado durante décadas bajo el Viaducto Miguel Alemán, volvió al centro del debate público gracias a una iniciativa de la diputada Miriam Saldaña.
La legisladora del Congreso capitalino emitió un llamado, a través de un video, para iniciar su recuperación ecológica y urbana. Alertó que postergar esta acción podría tener consecuencias graves para la ciudad, incluyendo más inundaciones y temperaturas extremas.
Un proyecto con triple impacto: ecológico, urbano y social
Miriam Saldaña recalcó que el cauce entubado forma parte del sistema pluvial histórico de la ciudad, y que su rescate es una oportunidad para corregir el rumbo urbano. «Podría convertirse en un eje ambiental y cultural que regenere el ecosistema y ofrezca espacios de convivencia», dijo.
La diputada afirmó que este proyecto contribuiría al tejido social, al tiempo que enfrentaría los efectos de la crisis climática. Añadió que, de no actuar, la ciudad enfrentará escasez de agua cada vez más crónica y daños a la infraestructura urbana.
Un cuerpo de agua que no debió perderse
El Río de la Piedad fue entubado a mediados del siglo XX como parte de un proceso de urbanización acelerada. Esta decisión, según Saldaña, respondió a una visión funcionalista que priorizó la vialidad sobre el entorno natural.
«Estamos pagando las consecuencias de decisiones que invisibilizaron la naturaleza», declaró. Hoy, afirmó, es posible recuperar ese cauce para conectar de nuevo a la ciudad con el agua.
Exhorto formal a las autoridades ambientales
Como parte de su iniciativa, Miriam Saldaña presentó un punto de acuerdo dirigido a dependencias clave del gobierno capitalino. Llamó a la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y al jefe de la Secretaría de Gestión Integral del Agua a iniciar los estudios técnicos.
El objetivo es definir las condiciones para una restauración viable del cauce y su entorno inmediato. Señaló que el primer paso debe ser un diagnóstico integral del sistema hídrico y urbano en esa zona. –sn–

