Pueblo originario denunció deterioro del bosque y falta de transparencia en uso de recursos obtenidos por eventos deportivos
Por Fausto Hernández | Reportero
El gobierno encabezado por Carlos Orvañanos en Cuajimalpa de Morelos permitió la realización de carreras de ciclismo de montaña en el bosque del Desierto de los Leones. Habitantes del pueblo originario de San Lorenzo Acopilco acusaron que estas actividades dañaron el ecosistema.
La Comisión del Agua del Pueblo Indígena señaló que el evento afectó gravemente el entorno natural. Indicaron que las pistas cruzaron zonas sensibles del parque, donde persiste una crisis ambiental por falta de agua y tala ilegal.
Acusaron directamente a Gabino Sandoval, operador político del PRI, por haber gestionado los permisos sin consulta previa. Lo señalaron por promover el “Campeonato Enduro Acopilco” y fingir representación del pueblo sin haber sido electo por usos y costumbres.
Los habitantes reprobaron la justificación de que los recursos obtenidos por el evento servirían para el mantenimiento del bosque. Señalaron que no existió transparencia sobre la administración del dinero.
Advertencias sobre el impacto ecológico no fueron atendidas
La Secretaría del Medio Ambiente local coincidió en que el ciclismo sin regulación afectó el equilibrio ecológico. Mencionaron que estas prácticas, sumadas al senderismo masivo, alteraron la dinámica de flora y fauna.
Según los reportes, el tránsito constante de bicicletas erosionó severamente el suelo forestal. También detectaron la tala de árboles en algunos tramos del recorrido, con el fin de abrir paso a los corredores.
Además, denunciaron la presencia de residuos como envolturas, botellas y piezas metálicas. Esta basura se dispersó en zonas donde habitan especies silvestres que dependen del aislamiento del ecosistema.
Vecinos alertaron que algunas especies, como aves e insectos endémicos, dejaron de verse tras la carrera. Consideraron que la actividad deportiva rompió la armonía natural sin que existieran estudios de impacto previos.
Orvañanos incumplió compromisos ambientales asumidos en campaña
Durante su campaña electoral, Carlos Orvañanos prometió una política verde integral. Señaló que impulsaría una “policía ecológica” en conjunto con los pueblos originarios para proteger las reservas naturales.
Incluso se comprometió a trabajar con la Sedema, Guardia Nacional y vecinos organizados para vigilar el Desierto de los Leones. Aseguró que los recursos naturales serían prioridad de su gobierno.
Sin embargo, los hechos contradijeron sus promesas al permitir actividades que afectaron un área catalogada como parque nacional. La comunidad recordó que sus autoridades auxiliares no fueron informadas ni consultadas.
A pesar del rechazo ciudadano, están programadas nuevas ediciones del “Campeonato Enduro Acopilco” en junio y octubre. Los organizadores afirmaron que planeaban ampliar la ruta y convocar a más participantes.
Pueblo originario exige frenar nuevas carreras y restaurar el bosque
La Comisión del Agua de Acopilco exigió cancelar de inmediato los eventos deportivos restantes. Solicitaron una investigación para deslindar responsabilidades contra quienes autorizaron el uso del parque.
Pidieron también que las autoridades ambientales realicen una evaluación sobre los daños causados al bosque. Propusieron un plan de restauración forestal con apoyo técnico de universidades públicas.
Organizaciones vecinales y colectivos ambientales se sumaron a la exigencia. Aseguraron que los intereses económicos no deben imponerse sobre la conservación del medio ambiente y el respeto a las comunidades indígenas.
Los denunciantes advirtieron que de no atenderse sus demandas, acudirán a instancias federales e internacionales. Afirmaron que el bosque del Desierto de los Leones representa un bien común que debe protegerse por encima de cualquier interés privado. –sn–

