Su legado de lealtad y valentía como parte de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana perdura como símbolo de servicio a la patria
Por Martín García | Reportero
A los cien años de edad murió el sargento primero César Maximiliano Gutiérrez Marín, veterano del Escuadrón Aéreo 201 y héroe de la Segunda Guerra Mundial, según informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el pasado 3 de mayo.
Nacido el 12 de octubre de 1924 en Hermosillo, Sonora, el sargento Gutiérrez causó alta el 20 de julio de 1942 como soldado en la Escuela Militar de Transmisiones, institución que formó a generaciones clave del Ejército Mexicano.
Durante el conflicto bélico, formó parte de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, la única unidad militar mexicana que participó en combate activo en el extranjero, como parte de los Aliados.
Fue asignado al célebre Escuadrón Aéreo 201, unidad que luchó contra Alemania, Italia y Japón en el Teatro de Operaciones del Pacífico, dejando en alto el nombre de México.
Reconocimiento por su valor
El Gobierno de México le otorgó la medalla “Servicio en el Lejano Oriente” el 20 de noviembre de 1945, en reconocimiento a su entrega en el campo de batalla, así como a su compromiso con la paz mundial.
Durante su misión, Gutiérrez Marín representó a los soldados mexicanos que, en la adversidad del combate, demostraron disciplina, valor y sentido del deber frente a las fuerzas del Eje.
Luego de regresar al país, continuó en el servicio activo hasta el 31 de marzo de 1970, cuando fue dado de baja y pasó a situación de retiro tras una trayectoria de casi tres décadas.
La Sedena remarcó que su legado constituye un ejemplo para las generaciones actuales y futuras de las Fuerzas Armadas, que siguen portando el uniforme con honor.
Condolencias del Ejército Mexicano
Mediante un comunicado, la dependencia federal expresó sus condolencias a los familiares del veterano, subrayando que su memoria seguirá vigente como un símbolo de entrega total al país.
“El Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional nos unimos al luto por la partida de quien cumplió su deber con patriotismo y abnegación”, señaló el documento oficial de la institución.
También añadió que el espíritu de cuerpo del sargento César Gutiérrez Marín es inspiración permanente para los miembros activos que custodian la soberanía nacional.
Las autoridades castrenses informaron que han brindado acompañamiento y apoyo a los deudos durante esta etapa difícil, así como todos los beneficios legales correspondientes.
Símbolo de patriotismo en la historia nacional
La historia del Escuadrón 201 y de sus miembros como el sargento Gutiérrez Marín permanece como un capítulo honorable en la memoria militar y patriótica de México.
Aquellos soldados que marcharon a los frentes del Pacífico defendieron los valores universales de libertad y justicia, dejando una huella indeleble en la historia contemporánea.
Hoy, la figura del veterano fallecido se suma al panteón de hombres que sirvieron con entrega a la patria, más allá de nuestras fronteras y bajo las órdenes de un México unido.
Con su fallecimiento, el país pierde a uno de los últimos testigos directos del esfuerzo bélico mexicano en la Segunda Guerra Mundial, pero gana una figura eterna en el imaginario cívico.
Compromiso con la memoria y la justicia histórica
En palabras de la Sedena, mantener viva la memoria de quienes sirvieron en los escenarios internacionales es también una forma de honrar la soberanía y el deber ciudadano.
El sargento César Gutiérrez Marín no solo fue soldado; fue símbolo de entrega y sacrificio, en una época que exigió valentía y convicción por un mundo libre.
Desde los pasillos del Ejército y la Fuerza Aérea, se recordó que las generaciones actuales tienen el deber de reconocer y proteger los valores por los que estos veteranos lucharon.
La Secretaría informó que el acompañamiento institucional a su familia incluye atención médica, apoyo psicológico y trámites para beneficios post mortem, conforme al marco legal.
Homenaje permanente en la memoria nacional
Aunque sus restos fueron despedidos con honores militares, el verdadero homenaje para el veterano será la permanencia de su historia en la educación, la cultura y la memoria colectiva.
El Escuadrón 201 representó un capítulo insólito de colaboración internacional en una guerra global, y sus integrantes como Gutiérrez Marín aún son motivo de orgullo nacional.
La Secretaría concluyó su mensaje con una afirmación contundente: “Su legado permanece como una brújula moral y ejemplo para los integrantes de nuestras fuerzas armadas”.
Desde el campo de batalla hasta los manuales de historia, la vida del sargento representa un modelo de civismo, obediencia institucional y sentido de responsabilidad con el país.
La Sedena llamó a todos los sectores sociales a valorar el papel de sus fuerzas armadas no solo como defensores, sino como actores históricos en la construcción de la paz. –sn–

