Fallas en servicios y maltrato provocaron quejas constantes de los usuarios en Cdmx.
Por Gabriela Díaz | Reportera
Diversos usuarios del gimnasio Fitsi han reportado diversas irregularidades en la administración y atención en las sucursales de este club deportivo; además, han señalado fallas en infraestructura, maquinaria, trato inadecuado del personal, carencias en mantenimiento, riesgo a la integridad física y violación a derechos humanos.
En la sucursal Buenavista, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc, –recinto deportivo, antes operado por la marca de gimnacios «C+«, hoy adquirido por Fitsi— se agudizado el deterioro del lugar, del servicio, lso atropellos en la atención y la violación sistemática a los derechos humanos, como el derecho a la vida y el acceso al consumo humano al agua, entre otros.
Según testimonios consultados por SOCIEDAD NOTICIAS, el estado de las instalaciones empeoró desde el cambio de la administración. Regaderas han dejado de funcionar, los sanitarios presentan fugas, la alberca permanece con agua sucia desde hace meses. Además, de la eliminación del servicio de bebedores con agua potable.
Las fallas han aumentado lo mismo a la infraestructura, maquinaria y al trato humano. Clientes reportan malos modos y negligencia por parte de instructores y empleados administrativos. Alegaron que las quejas se suman sin recibir solución por parte de los encargados, gerencia o autoridad administrativa.
Mala atención
Los afectados han afirmado que no existe respuesta institucional ni de seguridad ante emergencias físicas de caracter médico. Incluso, mencionaron que no hay botiquines funcionales ni personal para atender descompensaciones físicas. En el peor de los casos, recordaron que semanas atrás se reportó el fallecimiento de una usuaria.
los afectados también coincidieron en que el riesgo aumentó por la ausencia de condiciones mínimas de salubridad y seguridad. Las duchas no tienen agua caliente o incluso agua para este servicio y los baños permanecían clausurados sin explicación. Algunos usuarios optaron por suspender su entrenamiento ante las condiciones insalubres.

Respecto al personal de acondicionamiento físico, acusaron falta de conocimiento sobre el uso adecuado de las máquinas ejercitadoras. Varias personas aseguraron haber recibido rutinas equivocadas que han derivado en lesiones musculares; sin contar que los instructores piden «cuotas» extra al pago de las membresias.
«Pagas por un servicio para ejercitarte, uso de aparatos, asesorías y accesorios como acceso al agua para ducharte o agua en la alberca; en ocasiones no hay instructores; cobran tarias extra a lo establecido en el contrato; no hay agua para beber; no hay agua para ducharse; los equipos no funcionan; tienes que hacer fila para todo lo demás; es un caos», afimó Esteban Aguirrer, uno de los usuarios afectados en entrevista.
Por si fuera poco, a esta situación se suman fallas en el sistema de membresías. Los afectados informaron que, a pesar de sus pagos, no se respetan los accesos o clases contratadas; o servicios como toallas o casilleros, ante la falta de recibos. En algunos casos, se les ha impidido el ingreso sin justificación clara.
Infraestructura en condiciones precarias
También se reportaron incidentes relacionados con pisos mojados sin señalización y falta de limpieza. Clientes expresaron que, incluso después de pagar montos considerables, el trato recibido ha sido humillante.
Muchos señalaron que las irregularidades fueron reportadas directamente a la administración del recinto. Sin embargo, la respuesta es limitada o inexistente. Algunos intentaron cancelar sus membresías, pero enfrentaron trabas administrativas.

Ante los hechos, varios usuarios han manifestado que interpondrán (o las han presentado) quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Denunciaron que el gimnasio ha incumplido sus obligaciones contractuales. Hasta el momento, la empresa no ha emitido un posicionamiento oficial a pesar de la solicitud de este diario digital.
Otros, han recurrido a redes sociales para visibilizar sus testimonios. En diversas publicaciones señalaron la urgencia de atender la problemática antes de que ocurra otra tragedia.

Sin protocolos médicos básicos
El gimnasio opera sin socorristas, equipo de primeros auxilios o botones de emergencia en zonas de alto riesgo. Tampoco cuenta con un desfibrilador automático externo (DEA), a pesar de ser una instalación deportiva.
El caso más grave ha sido el fallecimiento de una mujer dentro del gimnasio. Según testigos, no recibió atención inmediata por falta de personal capacitado. El hecho provocó indignación en redes sociales y entre los asistentes habituales.
Por otra parte, varios instructores han sido acusados de realizar ejercicios sin supervisión y sin adaptar rutinas a condiciones médicas previas. Esto ha generado varios incidentes que derivaron en lesiones físicas y reclamos formales.
Familiares de la usuaria fallecida exigieron una investigación formal sobre el caso. Hasta el momento, no se tiene información de que el hecho haya sido atendido por las autoridades correspondientes.
Reclamos sin respuesta oficial
Varios clientes relataron que el gimnasio eliminó el suministro de agua potable y los bebedores. Esto obliga a los asistentes a adquirir botellas externas, lo que contraviene las condiciones iniciales del servicio.
También reclaman la ausencia de personal médico de planta. En años anteriores, el gimnasio ofrecía un socorrista durante el horario de operación, medida que desapareció con la llegada de Fitsi.

Los usuarios lamentaron que, a pesar de múltiples quejas en recepción, la administración no ha modificado ninguna de las prácticas señaladas. Solicitaron la intervención de las autoridades locales para verificar las condiciones del inmueble.
Pidieron a las autoridades del gobierno capitalino y de la Secretaría de Salud realizar inspecciones sanitarias, además de una auditoría a los servicios ofrecidos por el gimnasio. –sn–

