La desigualdad en el trabajo doméstico limita el desarrollo y refuerza estereotipos de género. CANIPEC impulsa inclusión familiar.

Por Gabriela Díaz | Reportera                                                       

En México, las labores del hogar recaen desproporcionadamente en las mujeres. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 17.2 millones de mujeres se dedicaron exclusivamente a tareas de cuidado, cifra 17 veces mayor a la de los hombres.

La Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) del INEGI confirmó esta brecha: nueve de cada diez personas que dejaron el mercado laboral por cuidado no remunerado fueron mujeres.

Esta distribución desigual impidió que millones de mujeres desarrollaran su potencial profesional y perpetuó un ciclo de roles tradicionales que frenó la equidad en los hogares mexicanos.

Igualdad empieza en casa

Rosa María Sánchez Maldonado, directora de la Asociación de la Industria de Productos Cosméticos y del Cuidado del Hogar, CANIPEC, subrayó que el hogar es el primer espacio donde se forman los valores sociales, por lo cual fomentar la corresponsabilidad desde la infancia resulta fundamental.

La representante de la Cámara Nacional y de la Asociación de la Industria de Productos Cosméticos y del Cuidado del Hogar aseguró que si se busca una sociedad más justa, se debe iniciar por transformar los estereotipos dentro del ámbito doméstico.

La inclusión, puntualizó, también implica que los hombres asuman su papel en la limpieza del hogar, rompiendo el paradigma de que esta tarea corresponde exclusivamente a las mujeres.

Campaña contra mitos comunes

Como parte de su compromiso, CANIPEC desarrolló una serie de campañas y materiales educativos para promover la igualdad y derribar prejuicios profundamente arraigados en la cultura mexicana.

Entre los mitos que busca desmontar están cinco ideas centrales: que la mujer debe ser “ama de casa”, que el hombre es el “proveedor principal”, que existen tareas femeninas y masculinas, que los menores solo deben hacer labores mínimas y que los productos domésticos responden a un solo género.

Cada uno de estos estereotipos refuerza desigualdades estructurales que se reflejan tanto en el desarrollo individual como en la vida comunitaria.

Reparto justo, familias más sanas

La iniciativa también promueve que los menores se involucren en tareas apropiadas para su edad, fortaleciendo su sentido de responsabilidad y autonomía, al tiempo que alivia la carga sobre los adultos.

Los productos para el hogar, explicó CANIPEC, se han diversificado y adaptado a todo tipo de preferencias y necesidades, eliminando cualquier sesgo de género en su presentación y funcionalidad.

El objetivo es que el cuidado del hogar se perciba como una responsabilidad compartida, directamente relacionada con la salud, el bienestar y el respeto mutuo.

Impacto en la vida pública

El equilibrio en las labores domésticas no solo transforma la vida familiar, sino que influye en todos los niveles de participación social. Las mujeres con mayor apoyo en casa acceden más fácilmente a oportunidades educativas, laborales y de liderazgo.

Por su parte, los hombres que participan activamente en el cuidado y las tareas domésticas desarrollan habilidades emocionales y vínculos más sólidos con sus hijos e hijas.

Estos cambios fomentan una cultura más incluyente, con relaciones basadas en la equidad y el respeto, desde el núcleo más íntimo de la sociedad.

Una transformación colectiva

La corresponsabilidad doméstica, afirmó Sánchez Maldonado, no debe recaer exclusivamente en campañas institucionales. Requiere una transformación cultural sostenida, con participación activa de familias, empresas, instituciones educativas y medios de comunicación.

En este sentido, la industria del cuidado del hogar representada por CANIPEC asume un rol activo al generar espacios de reflexión y acción para todos los sectores involucrados.

El objetivo es claro: crear un entorno donde las decisiones cotidianas refuercen la igualdad y eliminen prácticas que limitan el desarrollo de millones de personas, especialmente mujeres. –sn–

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