El sacerdote Jose Filiberto Velázquez advirtió fallas en su protección oficial. Pidió atención inmediata. Denuncia fallas en protección durante traslado en Guerrero

Por Gabriela Díaz | Reportera                                                       

El defensor de derechos humanos Jose Filiberto Velázquez Florencio, conocido como «Padre Fili«, denunció públicamente la ineficiencia del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob) del gobierno federal.

A través de un comunicado dirigido a medios de comunicación, autoridades y organizaciones civiles, el sacerdote señaló que el Mecanismo lo puso en una situación de alto riesgo, sin condiciones mínimas para garantizar su seguridad personal.

Explicó que las unidades vehiculares asignadas a su esquema de protección no funcionaban correctamente, lo que le impidió trasladarse de forma segura a sus labores de defensa social en Guerrero. El sacerdote detalló que, pese a informar reiteradamente sobre la falla mecánica, el organismo no ofreció una solución oportuna ni opciones viables para su movilidad.

Viaje forzado en ruta peligrosa

Ante la omisión oficial, Padre Fili confirmó que decidió trasladarse este día por sus propios medios desde la ciudad de Chilpancingo hacia Iguala en Guerrero, una ruta señalada por su alta peligrosidad y control territorial de grupos criminales. Aclaró que ese tramo carretero concentra altos niveles de violencia generalizada, lo cual lo colocó en un contexto de vulnerabilidad extrema e innecesaria.

Responsabilizó al Mecanismo de Protección de cualquier consecuencia contra su integridad física o su labor social, y exigió un esquema funcional que garantice su seguridad. Reclamó que el organismo tiene la obligación de facilitar su labor como defensor de derechos humanos, y no colocarle obstáculos ni exponerlo a riesgos evitables.

Exige solución inmediata

El sacerdote guerrerense pidió que su caso sea atendido de manera urgente por las autoridades competentes, incluidos órganos de derechos humanos nacionales e internacionales. Agradeció la solidaridad de las organizaciones, colectivos y aliados que han seguido su trabajo y le han brindado acompañamiento durante años.

Solicitó que estas redes de apoyo permanezcan alertas ante cualquier posible consecuencia que se derive de esta denuncia pública. Recordó que su labor en comunidades vulnerables de Guerrero ha sido reconocida por su compromiso social y su atención a víctimas de violencia.

Apoyo y vigilancia social

En diversas ocasiones, Padre Fili ha documentado abusos de poder y crímenes graves en regiones controladas por el crimen organizado. Su participación ha sido clave en la exigencia de justicia para personas desaparecidas, así como en denuncias contra autoridades coludidas con grupos delictivos.

El Mecanismo Federal ha mantenido bajo su resguardo al sacerdote desde hace años debido a amenazas derivadas de su labor humanitaria. Sin embargo, su reciente denuncia evidencia deficiencias en los protocolos de protección, especialmente cuando involucran traslados en zonas de conflicto.

Riesgo en aumento

Organismos internacionales han advertido sobre los niveles de riesgo que enfrentan los defensores de derechos humanos en Guerrero. Diversos informes han documentado la precariedad del Mecanismo y sus fallas en garantizar seguridad plena a quienes solicitan protección oficial.

Padre Fili forma parte de una red de religiosos y activistas que han sido blanco de amenazas, hostigamiento y persecución por su trabajo. La falta de respuesta institucional podría representar una violación a sus derechos y responsabilidades estatales ante organismos internacionales.

Solidaridad y vigilancia

Organizaciones civiles hicieron un llamado a garantizar su integridad y a no minimizar las alertas expresadas en su comunicado reciente. Solicitaron también la intervención urgente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la atención directa de la Secretaría de Gobernación.

En redes sociales, defensores y periodistas replicaron el mensaje del sacerdote, pidiendo al Estado mexicano actuar con responsabilidad. La vida de Padre Fili, dijeron, no puede depender de un fallo administrativo o de omisiones en protocolos de seguridad. –sn–

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