Las carnitas michoacanas recibieron certificación del IMPI y consolidaron su reconocimiento gastronómico mundial.

Por Alfredo Martinez | Corresponsal                                          

El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial otorgó a las carnitas de Michoacán la marca de certificación. Este distintivo garantizó su autenticidad, origen y calidad dentro de la gastronomía nacional e internacional.

El anuncio lo realizó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien informó que la medida fortaleció su valor cultural. El mandatario indicó que la denominación estableció normas rigurosas en el proceso de preparación tradicional.

Los lineamientos incluyeron la selección de carne de cerdo específica, uso de cazos de cobre o acero inoxidable. También contemplaron la cocción lenta en manteca de cerdo y el empleo de sal de grano.

Municipios reconocidos en la tradición

La certificación reconoció municipios emblemáticos como Quiroga, Tacámbaro, Huandacareo, Uruapan y Morelia, entre otros. En esas localidades, las familias preservaron la receta original que pasó de generación en generación.

El procedimiento garantizó que el platillo mantuviera un sabor característico, textura crujiente y consistencia tierna y jugosa. Dichas cualidades reforzaron la reputación de las carnitas como uno de los alimentos más representativos del estado.

El gobernador explicó que el distintivo sería administrado por el Gobierno de Michoacán mediante la Secretaría de Desarrollo Económico. Esta dependencia supervisó el cumplimiento de las reglas de uso por parte de los productores.

De esta forma, el sello se aplicó como un instrumento legal y comercial que protegió a quienes elaboraron las carnitas. Así, se evitó la competencia desleal y se preservó la originalidad de la receta.

Reconocimiento internacional de las carnitas

Ramírez Bedolla señaló que Michoacán no solo aseguró su identidad cultural, sino que también la proyectó globalmente. Destacó que el reconocimiento fortaleció la presencia internacional del platillo como símbolo nacional.

Recordó que la plataforma gastronómica Taste Atlas colocó a las carnitas de Michoacán como el mejor platillo de cerdo. La evaluación otorgó una calificación de 4.7 sobre 5, con reconocimiento mundial.

“Las carnitas de Michoacán son ya un símbolo de orgullo nacional e internacional”, afirmó el gobernador. Subrayó que la certificación abrió oportunidades para que los productores ingresaran a nuevos mercados.

En el mismo sentido, aseguró que el distintivo brindó herramientas a los cocineros tradicionales para ampliar su alcance. Con ello se garantizó que la receta llegara a mesas internacionales bajo estándares oficiales.

Valor cultural y patrimonial

Las carnitas michoacanas formaron parte esencial de la gastronomía mexicana, reconocida por la Unesco en 2010. Dicho nombramiento estableció a la cocina tradicional del país como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El gobernador enfatizó que cada celebración en torno a las carnitas reforzó la identidad y la cohesión comunitaria. En fiestas familiares, reuniones sociales y festividades locales, el platillo representó orgullo michoacano.

En municipios productores, la transmisión de la receta aseguró la permanencia de una tradición culinaria de siglos. Familias enteras participaron en el proceso, desde la crianza del cerdo hasta la preparación.

El reconocimiento también impulsó el turismo gastronómico en la entidad, generando derrama económica en diferentes localidades. Visitantes nacionales y extranjeros buscaron degustar el platillo en su lugar de origen.

Certificación como estrategia económica

La certificación del IMPI fortaleció el desarrollo económico regional al ofrecer mayor competitividad a los productores. Con el distintivo, los comerciantes garantizaron autenticidad frente a imitaciones en el mercado nacional e internacional.

El gobernador indicó que el sello contribuyó a la consolidación de cadenas de valor en torno a la gastronomía. Productores, restauranteros y comerciantes encontraron un incentivo legal para ampliar sus actividades.

La marca certificada se integró a una estrategia estatal de promoción turística y cultural. Con ello se impulsó la imagen de Michoacán como referente gastronómico y destino culinario reconocido a nivel mundial.

El acto de certificación marcó un precedente para otras tradiciones culinarias mexicanas que buscaron protección. De esta manera, se abrió camino a nuevas iniciativas de salvaguarda cultural y productiva. –sn–

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