Deslave bloquea carretera Tenancingo-Villa Guerrero

Un deslave en la carretera Tenancingo-Villa Guerrero provocó el cierre total de la vía, incomunicó a municipios y movilizó a Protección Civil para atender la emergencia con maquinaria pesada en la zona conocida como Cruz Vidriada.


Por Mireya Estrada | Corresponsal                                                

Un deslave cerró totalmente la carretera Tenancingo-Villa Guerrero y dejó incomunicados a municipios mexiquenses. El incidente ocurrió la madrugada del viernes en el tramo Cruz Vidriada, donde varios automovilistas quedaron varados.

Otros conductores decidieron retroceder para evitar riesgos mayores al observar el derrumbe. El cierre total impidió el paso de vehículos de carga, transporte público y automóviles particulares en ambos sentidos de la vía.

Protección Civil atiende

El derrumbe arrastró lodo, rocas y árboles como consecuencia de lluvias intensas registradas en la zona. Elementos de Protección Civil desplegaron maquinaria pesada con el fin de retirar el material acumulado.

Las autoridades explicaron que estas emergencias se repitieron en zonas montañosas durante temporadas de lluvia. Precisaron que el reblandecimiento de la tierra aumentó la probabilidad de derrumbes y provocó riesgos en caminos carreteros.

Un comunicado oficial informó que se mantendría un monitoreo permanente en puntos vulnerables. La medida buscó reducir afectaciones a la población y agilizar la respuesta en caso de nuevos deslaves en la región.

La circulación permaneció cerrada mientras brigadas trabajaban en la remoción de escombros. Autoridades locales señalaron que la reapertura dependería del avance de las labores y de las condiciones climáticas.

Deslaves recurrentes

Habitantes y especialistas coincidieron en que este tipo de incidentes no fueron aislados. Un mapeo de susceptibilidad a deslizamientos publicado en 2025 documentó 24 derrumbes en Tenancingo durante 2024.

Los estudios vincularon los deslaves con lluvias intensas y actividades humanas en terrenos frágiles. Además, señalaron la deforestación y las obras sin planeación como factores que incrementaron el riesgo en esa zona del Estado de México.

El Atlas Municipal de Riesgos clasificó Cruz Vidriada como área de alto riesgo. El documento coincidió con antecedentes registrados en la carretera federal Villa Guerrero–Tenancingo, donde se reportaron derrumbes previos.

En julio de 2023, un deslave bloqueó esa misma vía aunque no se registraron lesionados. La situación evidenció la vulnerabilidad constante de los tramos carreteros en la región montañosa del sur mexiquense.

Precauciones y rutas alternas

Automovilistas recibieron la instrucción de extremar precauciones y evitar la zona afectada. Las autoridades recomendaron utilizar rutas alternas para garantizar la seguridad de quienes circulaban hacia Tenancingo y Villa Guerrero.

Habitantes señalaron que el tramo Cruz Vidriada siguió siendo uno de los más vulnerables de la región. Cada temporada de lluvias, esa parte de la carretera se convirtió en un punto crítico de riesgo.

Protección Civil adelantó que la circulación podría restablecerse en las próximas horas. Sin embargo, advirtió que continuaría el monitoreo ante la posibilidad de más deslaves por lluvias persistentes.

La dependencia recordó que la seguridad de los usuarios debía prevalecer frente a la urgencia de reabrir la vía. Señaló que los trabajos continuarían hasta garantizar condiciones óptimas para el tránsito vehicular. –sn–

Oficina | @SociedadN_

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