Pequeños comercios protestaron simbólicamente contra incremento del IEPS y advirtieron pérdidas masivas.

Por Deyanira Vázquez | Reportera                                        

Decenas de tienditas y pequeños comercios en distintas entidades del país realizaron cierres simbólicos en protesta contra el incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas, previsto en el paquete económico 2026.

La acción fue organizada por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), que denunció que el aumento de 1.64 a 3.08 pesos por litro y su extensión a bebidas sin azúcar afectaría directamente a más de 60 mil negocios familiares.

El organismo estimó que podrían perderse 120 mil autoempleos, al advertir que los productos sujetos al IEPS representan una parte fundamental de los ingresos mensuales de los comercios de barrio.

Un golpe a las ventas

De acuerdo con la ANPEC, la venta de refrescos y cigarros constituye alrededor del 15 por ciento del ticket mensual en cada tiendita, lo que convierte al incremento en un impacto central para su sostenibilidad económica.

El organismo advirtió que, al reducirse las compras de estos productos, también disminuiría la venta de artículos de consumo básico, con lo que se pondría en riesgo el abasto en miles de comunidades.

Durante la protesta, comerciantes difundieron imágenes y videos de cortinas cerradas en redes sociales bajo el lema “Que no nos bajen la cortina”, con la finalidad de visibilizar los efectos de la medida.

Los pequeños negocios calificaron el alza como una decisión recaudatoria presentada como política de salud, que no resolvería los problemas de obesidad y diabetes.

Riesgos de mercado negro

La ANPEC alertó que el incremento al IEPS podría fomentar el contrabando y la venta informal, al perder competitividad los precios oficiales frente al mercado negro de bebidas y productos gravados.

El organismo señaló que esta situación colocaría en desventaja al comercio formal, mientras que el mercado ilegal obtendría mayores beneficios.

Desde el gobierno federal y diversas organizaciones de salud se defendió el aumento como una estrategia para disminuir el consumo de refrescos y combatir enfermedades crónicas.

Críticos recordaron que medidas similares aplicadas en el pasado no tuvieron el impacto esperado en la salud pública y afectaron al comercio tradicional.

Protesta nacional coordinada

La movilización simbólica se llevó a cabo a las 12:00 horas del viernes 3 de octubre, cuando miles de comerciantes bajaron sus cortinas durante cinco minutos en diversas ciudades del país.

De acuerdo con la ANPEC, en ese lapso se detuvieron operaciones equivalentes a 20 millones de pesos y el 53 por ciento de la demanda no encontró cómo abastecerse.

Además, en la plataforma Change.org se inició una petición dirigida al presidente Claudia Sheinbaum para solicitar que no se apruebe el incremento del impuesto.

El organismo reiteró su exigencia a los diputados para que frenen el alza al IEPS y advirtió que la medida podría significar el cierre definitivo de miles de tienditas. –sn–

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