La endometriosis afecta a una de cada diez mujeres y tarda una media de ocho años en diagnosticarse, lo que provoca dolor crónico, riesgo de infertilidad y un fuerte impacto emocional
Por Vera Martín del Campo | Corresponsal
El dolor menstrual intenso sigue siendo una realidad normalizada para muchas mujeres, pero cuando incapacita, no mejora con analgésicos comunes o se acompaña de síntomas digestivos, urinarios o sexuales, puede ser señal de endometriosis, una enfermedad que afecta a 1 de cada 10 mujeres y que tarda una media de 8 años en diagnosticarse.
Juan Céspedes, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de Policlínica Gipuzkoa, explica que la endometriosis consiste en la presencia de tejido similar al endometrio fuera del útero, que responde a las hormonas igual que el tejido uterino, provocando sangrado e inflamación crónica. "Este dolor no es el típico de la regla: es más intenso, resistente a analgésicos y puede afectar gravemente la vida diaria", señala.
La explicación más aceptada combina varios factores: inflamación crónica, neuroangiogénesis (crecimiento de nuevos nervios en las lesiones) y dolor neuropático, que convierte el sistema nervioso en hipersensible. Además, las adherencias entre órganos agravan el cuadro. –sn–

