Tradición culinaria local y propuesta permanente fortalecieron identidad gastronómica en Tlaquepaque.
Por Daniel Reséndiz | Corresponsal
El Pueblo Mágico de Tlaquepaque, en Jalisco, concentró una amplia oferta cultural, artesanal y gastronómica reconocida a nivel regional. Entre esas propuestas se consolidó el Festival de Chilaquiles, disponible durante todo el año. El concepto surgió como una iniciativa culinaria de carácter local con proyección turística.
El festival fue creado por el chef Ismael Altamirano tras el aniversario del Restaurante Río San Pedro. El establecimiento se ubicó a pocas calles del centro histórico de la localidad. La propuesta obtuvo aceptación inmediata entre comensales frecuentes y visitantes.
Tras la respuesta favorable, el concepto se integró al menú fijo del restaurante. Desde entonces, el platillo estuvo disponible los 365 días del año. La oferta incluyó 25 estilos distintos para desayuno, comida y cena.
Oferta culinaria permanente
La variedad de recetas incorporó ingredientes propios de la cocina tradicional de Jalisco. También integró técnicas y sabores de la gastronomía internacional. Cada preparación mantuvo como base el chilaquil tradicional con reinterpretaciones específicas.
Entre las opciones figuraron los chilaquiles barbacoa elaborados con salsa de birria. La carne fue tatemada y colocada sobre las tortillas fritas junto con cilantro, cebolla, tomate y rábanos. El platillo se acompañó con frijoles fritos.
Otra preparación fue el chilaquile pueblito, nombrado en alusión al Pueblo Mágico. Este platillo se presentó gratinado y con salsa cremosa de chile guajillo. Se sirvió con dos huevos estrellados de consistencia tierna. –sn–


¡Conéctate con Sociedad Noticias! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
También, te invitamos a que te sumes a nuestro canal de información en tiempo real a través de Telegram.

