La inequidad en salarios logísticos en México afecta rotación laboral y competitividad industrial. Estudio revela brechas hasta del 300%.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
El sector logístico en México representó uno de los pilares económicos más relevantes durante el primer trimestre de 2024. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), transporte, correos y almacenamiento aportaron el 6.4% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
No obstante, este sector también reflejó vulnerabilidad estructural en temas como equidad salarial, profesionalización y digitalización. La dispersión salarial en puestos operativos se posicionó como uno de los retos invisibles que más impacto generaron.
De acuerdo con un reciente estudio realizado por Worky, las diferencias salariales entre personas con un mismo puesto logístico alcanzaron hasta un 300%. Esta brecha debilitó la eficiencia organizacional, redujo la motivación del personal e incrementó los costos ocultos de operación.
Estructuras inestables de compensación
Las empresas que no definieron estructuras salariales claras enfrentaron mayores tasas de rotación, algunas superiores al 38%. Este fenómeno se vinculó también con la baja inversión en plataformas tecnológicas para Recursos Humanos.
El informe expuso que los mayores márgenes de desigualdad afectaron a organizaciones con más de 200 colaboradores. La diferencia entre percentiles 25 y 75 para un mismo cargo rebasó el 295%, revelando graves inconsistencias salariales internas.
Perfiles operativos como auxiliares logísticos, supervisores o ingenieros industriales quedaron en desventaja frente a sus pares administrativos. A pesar de sostener el flujo físico de bienes y servicios, percibieron ingresos considerablemente inferiores.
“El debate suele enfocarse en ejecutivos, pero el peso operativo lo sostienen perfiles mal remunerados”, declaró Maya Dadoo, CEO de Worky, al presentar los hallazgos del estudio sobre desigualdad salarial en logística.
Colaboradores con sueldos mínimos
Mientras posiciones administrativas superaron los $35,000 pesos mensuales, los operativos promediaron entre $9,100 y $12,700 pesos. Esta cifra evidenció una falta de correspondencia entre responsabilidad, desempeño y retribución económica.
La desigualdad no solo residió en el monto salarial, sino en la falta de criterios organizacionales definidos. Cargos como administrador logístico presentaron hasta 295% de diferencia entre rangos altos y bajos, seguidos por supervisores y técnicos especializados.
“Cuando un empleado con años de experiencia gana menos que un nuevo ingreso, el modelo está fracturado”, explicó Carlos Marina, director de operaciones de Worky, al cuestionar los sistemas actuales de compensación.
Los datos más altos del estudio ubicaron al especialista en planificación logística con $37,395 pesos mensuales. En contraste, perfiles como transportistas o técnicos en campo apenas superaron los $14,485 pesos, sin relación directa con el nivel de exigencia del puesto.
Impacto operativo y financiero
Sistemas de nómina sin estrategia repercutieron en la salud financiera y cultural de las empresas. La forma de construir y comunicar estructuras salariales se convirtió en un termómetro de madurez organizacional.
El desbalance salarial impactó directamente al consumidor final. La Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) advirtió que estas ineficiencias elevaron hasta un 30% los costos operativos, trasladando aumentos a los precios del consumidor.
La desigualdad también debilitó la retención del talento y elevó el ausentismo, con efectos en la seguridad laboral y cumplimiento de metas. La falta de transparencia dificultó los procesos de contratación y entrenamiento constante.
Hoy, las empresas mexicanas del sector tienen la oportunidad de resolver brechas históricas mediante herramientas tecnológicas. Plataformas como las de Worky permiten diagnosticar desigualdades salariales con analítica avanzada y precisión operativa.
Tecnología contra la desigualdad
Al centralizar información laboral y automatizar procesos de Recursos Humanos, las empresas comenzaron a reducir riesgos asociados con rotación, desmotivación y errores de nómina.
“Los softwares de Worky ya permiten detectar en tiempo real las brechas críticas y emitir recomendaciones inmediatas”, puntualizó Dadoo, al subrayar la utilidad de la digitalización para la transformación estructural del sector.
Con estas soluciones, el área logística puede construir un esquema justo, competitivo y sostenible en el tiempo. La equidad dejó de ser un asunto ético para convertirse en una ventaja operativa y estratégica.
La digitalización y análisis salarial posibilitaron a las organizaciones actuar con datos y no con suposiciones. Esta evolución fortaleció la toma de decisiones informadas y permitió reconstruir estructuras internas con eficiencia.
Mientras la economía nacional continúa dependiendo del transporte y almacenamiento, la equidad salarial en logística se posicionó como una necesidad urgente. La transformación no solo beneficia a los trabajadores, sino a toda la cadena de valor. –sn–


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